Sara Magnusson, de 37 años, llegó a pesar 146 kilos tras dar a luz a su
hijo. En un principio no sentía la necesidad de bajar de peso, pero todo cambió cuando rompió una silla de camping al sentarse.
Los problemas de peso de Sara comenzaron a sus 19 años luego de tener a su primer bebé. Fue durante el postparto donde consumió altas dosis de comida chatarra y se transformó en una persona sedentaria.
Hoy en día y tras duros 10 meses de entrenamiento, logró un cambio mental y físico que fue motivado por su entrenador personal.
El hombre la ayudó a reducir 80 kilos y transformar su vida sedentaria en una full fitness. Pero no sólo la motivó a abandonar la obesidad, ya que Sara también encontró el amor en él.
A diferencia de otras personas que logran superar la obesidad, Sara no acudió al quirófano y tampoco se quiso transformar en una mujer de extrema delgadez.
Parte de su grasa, la transformó en musculatura y hoy logra levantar grandes pesas.
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